“Investigación, dedicación y buenos planes de negocio marcarán el futuro de la industria”: Rodrigo Arcila, presidente ejecutivo de ASOCOLCANNA

Rodrigo Arcila, presidente de la Asociación Colombiana de Industrias del Cannabis (ASOCOLCANNA). Imágenes: cortesía.

Conversamos con Rodrigo Arcila Gómez, presidente ejecutivo de ASOCOLCANNA, Asociación Colombiana de Industrias de Cannabis, sobre los objetivos de la organización y el futuro del sector en Colombia.

Industria420: ¿Cuáles son los objetivos de ASOCOLCANNA y cómo trabaja para conseguirlos?

Rodrigo Arcila: ASOCOLCANNA viene trabajando hace cuatro años precisamente desde ceros tal como comenzaron todos los inversionistas en Colombia. La Asociación tiene como finalidad promover, impulsar y crear el escenario más favorable para el desarrollo de la industria del cannabis, tanto psicoactivo como no psicoactivo.

En ese orden de ideas, la Asociación empezó con unos cinco afiliados que luego se fueron multiplicando y, hasta el momento, alrededor de ASOCOLCANNA han pasado unos 39 afiliados, de los cuales algunos han tenido que abandonar el proceso en el camino porque inicialmente se pensó que esto sería muy sencillo, muy fácil, y resulta que no es así.

Este es un proceso que necesita inversión, necesita dedicación y este es un proceso que funciona con base en certificaciones de calidad y los planes de negocios deben ser hechos acorde con las exigencias del mercado internacional.

En segundo lugar, quiero decir que tenemos una gama de empresarios muy buenos que están trabajando precisamente en el desarrollo de las licencias que concedió el gobierno en su momento y muchas de ellas van progresando muy aceptablemente. Los tiempos de mercado aún no llegan como se pensó inicialmente y se están demorando, pero este es un tema de tiempo. Esto no es una carrera de cien metros esto es una maratón larga en la cual deben tenerse muy en cuenta los pasos que se estén dando, precisamente para tener un buen resultado.

¿Cuáles han sido los retos para la industria colombiana?

El principal tema que nosotros hemos tenido durante estos cuatro años y sobre todo durante el último, ha sido la actualización de la reglamentación de toda la legislación que está al lado del cannabis.

Todos tenemos que entender que esto es una industria nueva en Colombia, es una industria nueva en Europa, en México... así la planta sea de usos ancestrales. Entonces hemos tenido que trabajar sobre la experiencia que vamos teniendo, en la medida en que las empresas han ido avanzando hemos encontrado escollos en el camino y era necesario planteárselo al gobierno precisamente para que la legislación estuvieran más acorde con la realidad de los mercados.

Generalmente sucede en este tipo de empresas que el legislador hace su trabajo muy de espaldas a lo que realmente sucede en el mercado, a lo que sucede en la realidad, esto hay que tenerlo muy presente. ¿Qué ha hecho Colombia? No nos hemos apresurado tanto en cambiar la legislación. Nos tomamos un tiempo precisamente porque cada vez que estábamos a punto de tener un paquete para que el gobierno reformará el Decreto 613/2017, que es el decreto madre que nos regía hasta el 23 de julio pasado, surgían nuevas inquietudes y nuevas cosas en el terreno.

Logramos que el gobierno tuviera unas mesas de trabajo con nosotros muy productivas, un entendimiento de legislador a empresario y de empresarios al legislador. Y con esto logramos que se expidiera el decreto 811/2021, que es el decreto que en este momento estamos inmersos con el gobierno en el tema de la reglamentación.

Esta ha sido una experiencia muy importante y esperamos que antes de que finalice este año o muy pronto podamos tener la legislación completa con la reglamentación. Aquí hay muchos temas muy importantes a ser reglamentados y uno de ellos es que queden muy claros los usos del cannabis medicinal, los usos del cannabis no psicoactivo y el punto industrial. También es muy importante el campo de los nutricionales, que juega un papel muy de avanzada en el mundo entero y nosotros como un país punta de lanza en estas situaciones queremos que nuestra legislación sea muy competitiva.

En este 2021 Colombia cuenta con el Decreto 811 que soluciona algunos temas del sector, ¿que podemos esperar en el desarrollo de la industria con esta legislación una vez que entre en acción?

Tendremos una plataforma de lanzamiento muchísimo más clara. El aspecto de zonas francas ha quedado completamente despejado. Ahora los procesos se podrán dar como para cualquier otro tipo de producto, eso ha sido muy importante y lo trabajó mucho ASOCOLCANNA con las autoridades.

En segundo lugar, pues nosotros teníamos una restricción en el eslabón de la cadena de flor seca, que es uno de los mercados de mayor tamaño en algunos países. Creo que ese tema ha quedado completamente despejado también.

Solamente estamos esperando que la legislación esté muy acorde con lo que planteamos, que no se vayan a poner allí más inconvenientes que facilidades, que se regule que la flor tenga las certificaciones base y que lo demás sean las condiciones que pongan los mercados demandantes o los mercados de destino de esa flor. Los demandantes son los que dicen "yo necesito un producto de estas características", que por lo general son de alta exigencia sanitaria.

También hay progresos en la asignación de cupos, que de pronto los tiempos del mercado son diferentes y cada vez son más dinámicos, son más exigentes y cambian con mayor facilidad. Esto también es una de las situaciones que se tomaron en cuenta para que un proceso de asignación de cupos, que en Colombia era bastante exigente, de mucha tramitología y redundante, en este momento quede de una manera mucho más clara y acorde con los tiempos del mercado.

Una industria tiene que estar alineada con las preferencias del consumidor. Si este cambia, la industria debe poseer la versatilidad de acomodarse. Esto sin menoscabo de la trazabilidad y de acuerdo con la exigencia que se tiene para este tipo de productos emanada de los compromisos internacionales y sin que el país pierda su carácter constitucional y respeten las legislaciones internas.

En Colombia la industria del cannabis cuenta con mucho capital extranjero, ¿cómo impacta esto al sector?

Sí han habido muchas alianzas entre capital canadiense, capital americano y capital europeo, pero todo ha sido con participación de empresarios nacionales. Esto ha sido una combinación importante y para mí ha sido muy bueno que los extranjeros siempre quieran tener un partner nacional, porque esto les da confianza en el conocimiento del país, en la forma de cómo se trabaja con los entes gubernamentales y cómo es nuestra experiencia para desarrollar acuerdos con el gobierno nacional en los cuales prime el desarrollo industrial, el desarrollo agrícola y los beneficios para la comunidad en general. Esto esto ha sido muy importante.

Después de esto, Colombia puede ser como una especie de ejemplo, por así decirlo, que ha avanzado mucho más rápido con la legislación, ha tenido una mayor experiencia, se han constituido empresas de un tamaño que ya puede vislumbrarse que pueden llegar a jugar un papel bien importante a nivel internacional.

Ha habido que trabajar con las sociedades científicas para que cada vez vayan involucrándose más con los avances y la evidencia científica que ha venido desde otros países.

También hemos tenido que trabajar con entes del propio gobierno que realmente, pues no ha sido fácil entender la transición de una planta que en el pasado sirvió para sustentar muchos mercados ilegales a una forma de utilización de la planta completamente diferente como la que tiene hoy.

El hecho de que hoy estemos trabajando esa misma planta con fines medicinales y científicos y con fines industriales es un avance extraordinario y refleja también la madurez que va teniendo la institucionalidad colombiana, paralelamente con la comunidad, para entender que si bien esto tuvo un pasado ahora tiene un presente que es mucho más loable y con muchas oportunidades.

Hemos trabajado mucho con sectores como el bancario, que es uno de los más difíciles en aceptar este tipo de situaciones, máxime cuando muchas de las transacciones que se hacen a nivel internacional tienen la corresponsalía en Nueva York y de ahí que no nos ha ayudado mucho que a nivel federal (en Estados Unidos) esto no haya sido aceptado.

Esto es una industria que avanza y aquí lo que queremos es una claridad para que los servicios bancarios en el país se normalicen totalmente con el desarrollo de esta industria.

¿Cuáles son algunos de los objetivos de ASOCOLCANNA para 2022?

Tenemos varios objetivos, uno es impulsar que el gobierno deje completamente reglamentado todo el uso del cannabis tanto psicoactivo como el CBD, que es uno de los componentes fundamentales dentro de esta industria.

Los usos alimenticios son también muy importantes, que queden perfectamente regulados y que podamos tener esa oportunidad de avanzar en todos estos temas nutricionales, así como en plantar los mecanismos fundamentales de apoyo desde el punto de vista de la Asociación para quienes se vayan a dedicar a todos estos fines industriales, ya sea nutricionales, de carácter textil, de la construcción, de bioplásticos y de tantas aplicaciones que en este momento tiene el cáñamo, que es fundamental en el desarrollo de esta industria.

Otro aspecto muy importante es que las cifras del cannabis queden involucradas dentro de la Encuesta Anual Manufacturera (EAM) porque es bien importante empezar a crear series de tiempo, identificar cuántas hectáreas se sembraron cada año, cómo fueron los aumentos de la inversión, cómo se está manejando el comercio exterior... es decir, todo esto desde un punto de vista cada vez más cercano al monitoreo de lo que de lo que está pasando, porque son bases importantes para la toma de decisiones tanto del gobierno nacional como de las propias industrias.

Por otro lado tenemos que avanzar en los temas de investigación y desarrollo. No puede concebirse un sector de un país que quiere y pretende ser líder y que sus productos de cannabis se distingan en el mundo por su calidad, etcétera, sin involucrar los elementos de investigación y desarrollo.

Tenemos que brindar mucho apoyo a los pequeños cultivadores, ofreciéndoles nuestra colaboración, y ayudar al gobierno nacional que directamente es el responsable de apalancar a todos estos pequeños cultivadores para que vayan teniendo un entorno favorable en cuanto a semillas, identificación de pruebas agronómicas de calidad, recursos financieros y en cuanto a legalización de tierras que en un momento determinado pudieron estar dentro del marco de los cultivos ilícitos para pasar a cultivos lícitos, pero cumpliendo con todas las reglas que están establecidas en la legislación colombiana.

El trabajo es muchísimo, es muy demandante y en eso estamos. Esta es una industria llena de eventualidades, de sorpresas. Pero lo único de lo que estamos seguros es que tanto la investigación, como la dedicación y los buenos planes de negocios son los que van a marcar el futuro.

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