Cooperativa Ananda: desarrollo sostenible a partir del cannabis en Ecuador

Fotos: Cooperativa de Producción Agrícola Ananda.

En Ecuador, donde la producción de cannabis con menos de 1% de THC se legalizó en 2019, Cooperativa Ananda busca que las comunidades de Chimborazo mejoren su calidad de vida a través del desarrollo sostenible con la producción de plantas de valor agregado y con la consigna de no dejar a nadie fuera.

La Cooperativa Ananda se formó en 2019 pero tienen sus orígenes hace unos diez años, cuando un grupo de activistas lograron que se tomara en cuenta la creación de organizaciones dentro del reglamento de cannabis medicinal e industrial, que más tarde se materializó en el Acuerdo Ministerial 109 (PDF) que reguló la producción de la planta en el país sudamericano.

En Ecuador la industria del cannabis funciona bajo un sistemas de siete tipos de licencias, que permiten la importación y venta de semillas, siembra y producción, cultivo de cannabis medicinal, cultivo de cáñamo industrial, procesamiento, fitomejoramiento y adquisición de derivados, biomasa o flor de cannabis no psicoactivo.

Dentro de ese marco opera Ananda, (cuyo nombre viene de la Anandamida, el primer endcannabinoide descubierto), que trabaja para crear comunidades sostenibles integrando plantas de alto valor agregado, que en este momento es el cannabis. Conversamos con Sebastián Moreno, gerente de la Cooperativa de Producción Agrícola Ananda.

Industria420: ¿Cómo surgió la idea de organizarse en la Cooperativa Ananda?

Sebastián Moreno: Surgió en 2019 después de todos estos años de activismo con un grupo de amigos y familia, mi papá (Paul Moreno) es la segunda cabeza de la cooperativa, él trabajó en proyectos de desarrollo sostenible durante 14 años, renunció a su empresa para venir acá y ser parte, es el Presidente de la cooperativa y el oficial de proyectos.

Ahorita somos 30 socios dentro de la cooperativa, tenemos entre ellos ingenieros ambientales, agrónomos, marketeros, la contadora, un par de abogados y un par de doctores. Así como gente de diferentes áreas, tenemos un genetista que tiene una maestría en la Universidad Complutense de Madrid, que con él vamos a hacer unas cosas loquísimas, su experiencia nos sirve mucho.

Nosotros obtuvimos la primera licencia de cáñamo industrial y la segunda licencia de producción de semillas y esquejes. Fuimos unos de los primeros en recibir las licencias y fuimos los únicos a los que el Ministerio de Agricultura entregó la licencia personalmente.

En la cooperativa de producción agrícola Ananda lo que queremos es desarrollar comunidades sostenibles integrando plantas de alto valor agregado. Ahora estamos empezando con el cannabis y después, quién sabe, podrían ser los hongos o cualquier otra de las cosas que sabemos que son el futuro.

Entonces, lo que hemos hecho nosotros es lograr convenios con las comunidades rurales dentro del país para que éstos puedan poner el terreno y nosotros ponemos todo el expertise y toda la infraestructura y lo que podamos hacer de las licencias dentro de estas comunidades.

Y estas comunidades, por supuesto, son entrenadas con certificaciones, por personal calificado, para que puedan manejar toda la parte de la producción de cannabis dentro de la industria. Y el objetivo final es que en cinco años, en siete años, podamos lograr sostenibilidad dentro de esas comunidades, ya sea energética, médica, alimenticia, de construcción al poder construir las casas con cáñamo, eliminar plásticos de un solo uso, etc.

En Ecuador ya hay empresas grandes que están sembrando, que ya tienen las siete licencias. Tienen todo el círculo de producción cerrado, ya tenían el dinero y los invernaderos. Sólo pusieron más dinero y están produciendo. Eso no es lo que queremos nosotros con esta industria. Primero porque es marihuana y porque los frutos de la Ganja nos han llevado a este camino., que es el compartir el estar todos juntos, no dejar a nadie atrás.

Estamos haciendo este producto de alta calidad y está bien que las otras empresas también lo hagan pero el nuestro sirve para ayudarle a esta gente. El nuestro le paga el salario a este señor, le da una beca al niño, le da experiencias, le da una casa, buena comida, agua y todas esas cosas que acá en Chimborazo, que es nuestra provincia, se nota.

Fotos: Cooperativa de Producción Agrícola Ananda.

¿Cómo ha sido recibido el proyecto en las comunidades?

Cuando nos acercamos a las comunidades lo primero fue hablarles sobre el prohibicionismo, luego los usos y luego les dimos un taller de cultivo con nuestras plantas que habíamos cultivado para uso privado. Entonces se dieron cuenta de que era sólo una planta más y de que podríamos aprovecharla y usarla.

Actualmente tenemos un convenio como una asociación de 50 personas, con la primera licencia, son 50 familias. Ahí tenemos 5,700 metros de terreno donde tenemos de licencia tipo 2 y ahí conseguimos que la Embajada Suiza nos diera una financiación, que fue la primera que recibió la cooperativa, fueron 14 mil dólares para la construcción del laboratorio de semillas y esquejes de cannabis, aquí en la mitad de Los Andes.

Al momento, ya está casi por terminarse el laboratorio. Nos falta instalar las luces y instalarlos desagües nada más. Ya tenemos trece metros cuadrados del laboratorio para producción de semillas y esquejes. Un cuarto para madres, un cuarto para clones, las macetas, la tierra, la implementación, las mangueras, las luces todo eso se consiguió con este convenio.

Con la otra licencia, que es del tipo 4, de cáñamo industrial, estamos en una comunidad hacia el sur de la ciudad, trabajando con 500 familias y ahí esperamos poder lograr, al menos en los próximos años, unas 200 hectáreas decultivo de cáñamo.

Este momento tenemos quince hectáreas arrendadas. Tenemos licencias sobre cinco hectáreas y aún no hemos metido nada de maquinaria más que para la destroncada del terreno. Esperamos que en las próximas semanas nos lleguen las semillas y empezaremos a hacer pruebas.

Fotos: Cooperativa de Producción Agrícola Ananda.

¿Cuáles son los retos que enfrenta la Cooperativa para alcanzar sus objetivos?

Creo que la única traba es la cantidad de terreno que necesitas, la parte burocrática no es complicada para sacar la licencia, pero lo que sí es complicado es lo que sigue, el cómo obtener las semillas.

Según el Estado ecuatoriano nunca se sembró cannabis antes de la regulación, entonces no hay una apertura para poder registrar variedades locales, se tienen que importar las semillas y estas deben tener certificación. Debes tener los permisos fitosanitarios para importar, debes sacar aduanas y todas esas cosas... entonces eso sube los costos.

Creo que hay nueve variedades certificadas y registradas en Ecuador, pero son nueve variedades para 67 licenciatarios que tienen diferentes atenciones, diferentes puntos de llegada. No son suficientes.

Y en la parte de las notificaciones sanitarias de los registros de productos para consumo humano, no estan mal hechas pero si es una burocracia que toma bastante tiempo.

También está la falta de del conocimiento en general del cannabis, no sólo desde la parte médica, sino desde la parte de derechos y no sólo para para usuarios y consumidores y productores, sino para todo el resto de gente que refuerza la ley: los jueces, policías, la autoridades, ministros, políticos, alcaldes... toda esa área. Hay mucho trabajo que hacer ahí, en la parte de educación.

Fotos: Cooperativa de Producción Agrícola Ananda.

¿Qué es lo que Cooperativa Ananda espera lograr?

El camino final es lograr sostenibilidad. Entonces vamos a intentar usar absolutamente todo lo que podamos para cubrir las pequeñas brechas que existen. Esta primera siembra (de cannabis) que queremos hacer es de tres hectáreas, de donde esperamos obtener unos 1,500 kilos de semilla para poder empezar a trabajar en la parte de nutrición, de suplementos, de harinas. Esperamos que nos dé alrededor de unas ocho toneladas de fibra.

Estamos trabajando con las comunidades, el plan es firmar unos acuerdos que ya tenemos casi listos con los mismos municipios con los que estamos trabajando. Entonces la gobernación podría poner una política de uso de plásticos de un solo uso y la cooperativa con la comunidad se encarga de producir todos los plásticos biodegradables de toda esa área.

También la parte de construcción, que son fibras para construcción, es una de las áreas que más nos interesa. Tenemos una arquitecta que está haciendo una maestría en materiales de construcción con cáñamo. Queremos desarrollar la madera de cáñamo con el municipio para poder hacer un un plan de mejoramiento de vivienda dentro de la comunidad. Queremos construir casas, hasta que las 500 familias tenga una casa digna.

El turismo es algo super importante que nosotros queremos trabajar acá en Ecuador con toda su magua turística y sus paisajes, así como la integración en la comunidad.

Más información: Cooperativa de Producción Agrícola Ananda.




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